¡Supreme Whey ha experimentado una verdadera revolución! Lo único que tiene en común con la versión anterior es el nombre. ¡Realmente!

El nuevo Supreme Whey ya no es una mezcla de varias fracciones. Ahora es un concentrado puro, pero el contenido de proteínas ha aumentado, mientras que las grasas y los carbohidratos han disminuido. ¿Te preguntas cómo es esto posible? Ya te lo explicamos.

En un momento en el que el mercado de las materias primas está atravesando una verdadera crisis, y muchos fabricantes están eligiendo proteínas de menor calidad, sólo para mantener sus márgenes y precios en los estantes de las tiendas, fuimos en una dirección completamente diferente. Hemos cambiado nuestra base a una materia prima producida con la última tecnología, que no solo tiene un muy buen valor microbiológico y nutricional, sino que también se disuelve perfectamente en agua y sabe muy bien.

¡Supreme Whey no es solo proteína!

También cambiamos los sabores. Junto con nuestros tecnólogos, llevamos casi medio año trabajando en el perfeccionamiento de los sabores y nuevas recetas de nuestras proteínas. Desafortunadamente, no mucha gente sabe que el sabor del suero depende de muchos factores. Por ejemplo, la materia prima producida en verano será ligeramente diferente a la de invierno. Esto se debe a la comida con la que se alimentan nuestras felices vacas

Tenga la seguridad de que con nuestros sabores naturales, las diferencias pueden ser mínimas.

¡Y ahí no terminan las sorpresas!

Añadimos DigeZyme™ a nuestra proteína. Un complejo de 5 enzimas digestivas no animales. Proteasa de origen bacteriano y las otras cuatro (Amilasa, Lactasa, Lipasa, Celulasa) derivadas de hongos.

Pero, ¿con qué propósito?

En primer lugar, para que su sistema digestivo no tenga ningún problema para digerir nuestros suplementos proteicos incluso inmediatamente después de un entrenamiento ultra duro.

En segundo lugar, las personas que sufren diversos problemas digestivos después de consumir lactosa pueden consumir nuestra proteína de forma segura incluso en mayores cantidades. Es cierto que nuestra proteína tiene menos lactosa en 100 g que un vaso de leche, pero preferimos estar seguros.

En tercer lugar, se añadieron enzimas para ayudar a descomponer los péptidos de cadena larga y corta en otros más pequeños. Esto hace que el cuerpo utilice más la proteína digerida.